O en palabras más simples: qué hay de mí. No actualicé durante la primera mitad de julio porque en primer lugar no tenía un tema claro (aunque tengo varios borradores). Además, muy para mi sorpresa las visitas se mantuvieron dentro de lo razonable para una persona tan impopular como yo. Durante la segunda mitad de julio, sin embargo, un hecho vino a alterar mi monotonía: ¡¡Había encontrado trabajo!! Esto suponía por fin el fin de un largo período de paro, amén de por fin ser un currante según hacienda (hasta ahora, he hecho prácticas o con contratos mercantiles).
Esto, como es obvio, ha supuesto que tenga que dejar un poco de lado mis asuntos personales. De momento, no puedo decir que mi ocupación rentable coincida con mi pasión, situación esta en la que han contribuido la mala suerte, los errores políticos de la última década española y algo de torpeza por mi parte. No obstante, no puedo seguir viviendo a costa de mis familiares y en algún momento deberé buscarme las habichuelas por mí mismo, aunque sólo sea porque la autorrealización es un buen modo de ganar autoestima.
Esto no debería afectar tanto a mi información sobre nuevos trabajos. Al fin y al cabo, desde que asumí el juego de la Caroninga, me he tomado cierto tiempo. Sobre el blog por el amor a los blogs, pues ya caerá algo cuándo me dé la gana. Mientras, seguiré a lo mío.